Fue un dia precioso, se pronosticó buen tiempo y mucho calor. Ese Domingo se celebraba la Santísima Trinidad. Se iniciaba nuestro encuentro con la Santa Misa a las 12.00, nos fuimos reuniendo al terminar a las afueras del templo allí se nos ofrece algo ligero para comer antes de la partida, fruta, bocadillo , agua, tambien recibimos la bienvenida del Párroco, el Padre Exiquio. Empezamos con un momento de oración y alabanza frente al Santísimo, recibimos un rosario y una estampita y revestidos del Espiritu Santo salimos rumbo a lo que el Señor tenía preparado para nosotros.
El tramo en U-bahn y luego S-bahn hasta el punto de partida se hizo largo, algunos jóvenes decidieron no continuar, ya no disponian de más tiempo. Llegamos a la estación de Ostkreuz y alli nos reunimos con el resto de jóvenes que esperaba y juntos con la cruz en la cabecera iniciamos la caminata. El trayecto nos llevó por calles y parques , se nos dió una tarea a realizar en parejas mientras caminabamos , unas reflexiones y preguntas que resultaron magnificas. Luego de un tiempo para nuestra sorpresa habiamos avanzado solo dos kilometros, entonces apresuramos el paso , intercambiamos pareja y rapidamente llegamos a nuestra primera estación, el Tierpark
Fue un momento de descanso, nos sentamos al fín, cantamos juntos una vez más y compartimos la experiencia de esta primera etapa de caminata. Tuvimos muy buenos comentarios como: «Nuestro padre esta feliz y desde el cielo ve la entrega que sus hijos demuestran caminando bajo un sol fuerte» o tambien, «Siento que Jesús camina con nosotros porque estoy haciendo lo que él quiere de mi, hacer esta caminata» o «Me gusta alejarme del ambiente de fiesta que rodea a los jóvenes y vivir algo más serio como esta caminata»
Continuamos nuestro camino siempre con la Cruz por delante guiando nuestro paso, la meta era llegar al seminario a tiempo para celebrar con ellos las visperas (Oración de la tarde), nuestra tarea mientras caminabamos fue rezar el rosario acompañado de cantos. .
Esta etapa fue diferente, para nuestra sorpresa ya no eran calles, parques y casas lo que veiamos, sino eran los verdareros caminos de un peregrino: al lado de las vias del tren, debajo de los puentes, o desorientarnos por un momento, nos parecia un camino interminable y el ultimo tramo fue muy cansado, pero muy pronto nos llegó el premio a nuestro esfuerzo.
A la puerta el Rector del Seminario, el Padre Silvano nos esperaba estrechándonos la mano a cada uno de nosotros, nos daba la bienvenida, lo mismo los seminaristas, ellos habian preparado un bonito recibimiento con comida y bebida. Nos contaron un poco de la historia del seminario, nos hicieron una visita guiada por las instalaciones, vimos las impresionantes salas de estudio, la biblioteca y sobre todo el Santuario de la Palabra «Yeshiva».
Finalmente todos juntos, jóvenes peregrinos, seminaristas, presbiteros, profesores, señoras voluntarias celebramos las visperas, alabando y bendiciendo al Señor por el día tan fabuloso que nos regaló.