El Espiritu del Señor estuvo presente una vez más, guiándonos, llevándonos de su mano mostrándonos su misericoria, la inmensa misericordia que tiene por nosotros, nos cuida, vela por nosotros, nos reconforta , nos anima , nos hace tener nuevamente esperanza.
Asi fue la jornada llena de su amor , dándonos luz sobre nuestra oscuridad, seguimos nuestro camino a la Jornada Mundial de la Juventud, preparandonos para recibirlo .
Somos aquel hijo que en algún momento se ajejó de su Padre y que Hoy se da cuenta que sin su amor no podemos seguir. Gracias Señor por tu palabra una vez más.
Estamos casi listos, ya tenemos fecha, hora y lugar de salida y toda la información necesaria de lo que hay que llevar al viaje. Empezamos a sentir ese espíritu que existe en todas las jornadas mundiales de la juventud.
Y asi como nosotros, otros grupos de jóvenes peregrinos estarán de paso por Berlin, nos tocará tambien ser sus anfrintiones.