Dios estará siempre alrededor tuyo, esperando el momento en que tú le abras la puerta y le dejes entrar. Esto quiere decir a que te atrevas a participar de todas sus invitaciones, a levantar la mirada y buscarle. Te invita a conocerle, a conocer a su hijo Jesus, que también fue un hombre como nosotros, pero que no cometió pecado. Es nada más hacer un pequeño movimiento de ir a su encuentro, Donde?, en su iglesia allí él nos convoca, a formar parte el pueblo de Dios.
Que alegría tan grande será descubrir que Dios te ama y que pelea en la vida a tu lado.