Al fín volvimos a reunirnos presencialmente, aunque siempre respetando las medidas de seguridad dictadas por las autoridades. Puedo contarles que nuestro Señor ya tenia preparado un mensaje para nosotros, todo empezó con sólo un pequeño versiculo de la Biblia: Filipenses 1,21 «pues para mí la vida es Cristo, y el morir, una ganancia.»
Desde un inicio esta palabra dió consuelo al dolor que experimentamos al perder a un ser querido, tan común en los ultimos tiempos. La muerte vista desde la fe, no es ninguna calamidad, ni motivo de sufrimiento. Para entender mejor Dios nos envía a San Cipriano para darnos un sencilla explicación.
De manera sencilla y clara , San Cipriano nos llama a darnos cuenta de lo que realmente somos, hijos de Dios y cual es nuestra Patria , El Cielo. Tambien encontramos respuestas al MIEDO A LA MUERTE que con frecuencia experimentamos todos. El Señor nos muestra además un ejemplo con la vida de JOB. El Libro de JOB, nos puede ayudar a comprender mejor nuestra lucha con el miedo a morir. Tambien nos acompañó Santa Teresita de Jesus quien nos decia: «Hay que rezar por los moribundos» y con su propia vida da testimonio de su amor por los enfermos , su libro autobiografico «Historia de una alma» es donde podemos profundizar en su vida.